El Alquimista
... my life journey.
"On finding one's destiny" ... when you really want something to happen, the whole universe will conspire so that your wish comes true.
The path into one's life journey: I am not sure it will be a round trip... all I can say is that it certainly has not been an straight line nor a silo type. It has been more like an spiral, or perhaps a roller-coaster. It has been interesting, full of turns, some of then expected, others' unexpected. Some times a hilly path, sometimes a bumpy one. Sometimes a clear and sunny one, some others a dusty and blurry one. Sometimes holding hands with success, others as Hand Solo! ... overall, my life journey like no other!
Guillermo AM
St Kilda, Victoria, Australia
End-of-May, 2016
"El Sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
Pero quiero pedirte un favor - añadió el Sabio entregándole una cucharilla de té en la que dejó caer dos gotas de aceite - . Mientras camines lleva esta cucharilla y cuida de que ele aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del Sabio.
¿Que tal? - Preguntó el Sabio -. ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el maestro de los Jardines tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?
El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo - dijo el sabio -. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adoraban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.
¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié - preguntó el Sabio.
El joven miró la cucara y se dio cuenta de que las había derramado.
Pues éste es el único consejo que puedo darte - le dijo el más Sabio de los Sabios -. El secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara."